En estos días en los que el buen tiempo y el calor empieza a asomar tímidamente, muchos de vosotros empezáis a pensar en vacaciones y yo a prepararlas (vosotros encantados y yo encantada-saturada todo sea dicho de paso :P).
La verdad que cada rincón del planeta tiene su encanto, los clientes tienen sus gustos y yo mis preferencias (de uno u otro destino guardas algún recuerdo, anécdota, pero generalmente terminas cogiéndoles cariño, clientes incluidos ;) Y ha querido la casualidad que la semana pasada me haya venido una parejina pidiéndome un fin de semana en Braga (en singular....que no estoy para coñitas)...¡ains!...(suspiros de nostalgia y carita de perrito abandonado...por no decirles: ¿Me lleváis en la maleta?...palabrita que no peso (en exceso) y apenas hago ruido Já).
...Cuando se han ido por la puerta me he puesto melancólica y no he podido evitar recordar hace casi un año la sorpresa que me preparó mi niño, así sin más vueltas que darle, ni motivos in-justificados...''Porque nos lo merecemos y sobre todo TU'', me argumentó (icono de babas ❤)..
El caso es que a estas alturas todos sabéis (o podéis haceros una idea) lo que me gusta a mi un sarao, un viaje, una organización, un evento y si puede ser en caliente y a ultima ahora ¡mejor!..., pero en pleno mayo en el que para mi es mes de campañas y temporada me resultaba impensable dejar mis presupuestos, mi programa de gestión, liarme la manta a la cabeza y dejarlo todo por un fin de semana...al final me dejé convencer por mi chico (puedo prometer y prometo que esta vez contra natura le costó que aceptara...sin embargo en lo relativo en dejarme el móvil en casa no hubo negociación posible). Alberto (que al contrario que a mi no les gusta un sarao, ni un evento ni nada que no esté medianamente planificado o programado...somos así que le vamos a hacer, el la alegría de mis ojos y yo la alegría del huerto)...
Total que el se ocupó de todo: programas, rutas, roomig de móvil, horarios, comidas, temas de subida del Ralli (ah ¿no os lo comenté?...pues si en todo viaje tiene que haber un aliciente para ambos el se centra en los coches y en los tiempos, yo me recreo en los pilotos y me relajo en los spa...y todos tan contentos). Solo me dijo reserva en el mejor hotel de Braga y con desayuno...(dicho y echo, proveedor, y en filtro 5*)...resultado Meliá Braga y en observaciones: habitación Suite con vistas (tengo que deciros y reconocer que la hotelería quitando en la zona de Algarve es buena y barata, en ocasiones podéis encontrar hoteles de 5* con tarifa + desayuno por menos de 70€ la noche para las 2 personas...un chollo vamos que quien no se da una escapadina es por que no quiere ;))
http://www.meliabraga.com/es
El caso es que una vez hecha la reserva , Alberto con la ruta clara y yo la mini-maleta preparada (no como la de Italia o Punta Cana...eso os lo contaré en otro post ''Como ir una semana de vacaciones y no dar la impresión de que te vas para la Guerra de los 100 años''). El sábado por la mañana iniciamos ruta, sin madrugar mucho que sino yo llego al medio día en chasis... Fue cruzar el Negrón, y acompañarnos el solin y el calor hasta llegar a destino, a medida que sumábamos kilómetros yo iba restando responsabilidades y cargas laborales...hasta que fui yo la que decidió apagar el móvil (os quiero lo sabéis, pero el Whatsapp, el Instagram y el Facebook en ocasiones son muy puñeteros).
Al medio día nos sentamos en un área de servicio a medio camino a comernos unos bocatas, unos saladitos mientras un olor a tomillo, albahaca y libertad lo impregnaba todo....la felicidad en nuestras caras también lo decía todo... A media tarde llegamos a Braga y si bien el hotel no está en el centro de la ciudad (en este caso no íbamos a hacer turismo cultural), para lo que teníamos en mente era perfecto...
Al bajar el calor cuando estaba oscureciendo, nos fuimos a cenar, a tomarnos una cervecita bien fresquita (mi reino por volver a ese momento) y ya una vez en la habitación ver puestas de sol como aquella.... me respigo toda (solo recuerdo algo tan puro la del atardecer en Sanlúcar de Barrameda escuchando Noches de Bohemia...), la ¿noche? como diría Pablo Alboran: ''Quiero ver la luna caer, las estrellas del revés, aunque alguna se estrelle, quiero cosquillas en mi piel, quiero ver mi amanecer, sin condiciones...ahí queda eso.
Al día siguiente: él carrera, mientras yo movida por la curiosidad, me alejaba de los ruidos de motores, para descubrir en los alrededores: Dom Jesús Do Monté y su Santuario Portugués (con todos mis respetos paso de los montajes, pantomimas, peregrinaciones y demás debacles eclesiásticos) pero cuando llegué allí sentí como un punto de conexión con todo lo que me rodeaba, esa paz y ese ''todo está bien'', no se como explicaros esa sensación de equilibrar energías y no querer salir de aquella burbuja. Dedicamos el resto de la tarde a conocerlo: Su Iglesia, su funicular (que aun hoy funciona con agua), su naturaleza, sus vistas, sus jardines.. ¡es impresionantemente bonito!, quizás se me hizo corta esa meda tarde, pero había que volver al día siguiente la rutina no perdonaba y las cosas que había decidido dejar aparcadas el viernes...tampoco.
Sin embargo y aunque me fui con el corazón en un puño, lo disfruté, me relajé y vine con las pilas cargadas, y tonta de mi (a día de hoy lo pienso), si no hubiera aceptado lo que mi novio me proponía para disfrutar de nuestro fin de semana, de conocer un nuevo destino y sin duda para disfrutar de nosotros.
No sé si este año repetiremos experiencia o cambiaremos de destino, si la haremos nosotros dos o iremos con amigos...el caso es que un par de veces al año desapareceremos del mapa y de la cobertura por 48 horas :D.
Así que esta semana he preparado el presupuesto con muchísimo cariño y cuando los chicos han venido por él prácticamente se ha vendido solo y a mi ha sido imposible borrarme la sonrisa de la cara en todo momento, porque, cuando normalmente pones ilusión y el corazón en las cosas que haces, suele venirte de vuelta...
Nos vemos el miércoles :)
;)
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